CUESTIÓN DE ACTITUD

Los cargos o lo que es lo mismo, esto del mandar, tienen un peligro, que si no se sabe contener deriva siempre en actitudes totalitaristas, por llamarlas de alguna manera suave.Sin ir más lejos, el amigo Jordi Barbeta, redactor jefe de La Vanguardia, escribe en un artículo(será verdad cuando se atreve a decirlo tan alto y en un escrito que queda para siempre). Escribe, decíamos, que el Director de la Oficina de Comunicación del President de la Generalitat de Catalunya-que titulo tan largo- le amenazó con la siguiente frase “No pararé hasta joderte”. Símbolo, ésta, de cuanto representa la “libertad de expresión” entre quienes no creen en ella .

Mal está decirlo, pero peor aún es constatar como el poder y especialmente el ejercicio del mismo no tiene ideologías, ni programas electorales. Se concreta en actitudes y hay que estar muy puesto para después de largas sesiones de adulación y pase de cepillo de los colaboradores “más estrechos”, no caer en la tentación de creerse que estás en posesión de la verdad. La culminación de esta situación paradógica, pero real, llega cuando crees que todos los demás que no admiten tu verdad como verdad absoluta se convierten en enemigos a  los que hay “que joder”. Hoy hemos comprobado el resultado de todo este proceso. Espero no ver “jodido” al bueno de Barbeta y si me gustaría ver reacciones de algunos “ideologilizados” poniendo encima de la mesa aquello que predican en público. Eso si, siempre antes de llegar al poder. Después, lamentablemente, dejamos en el armario lo que fuimos para convertirnos en lo que realmente queremos ser.

Si no es así, les ruego no me hablen más de “libertad de expresión”, lo siento pero no les creo. ¿Se acuerdan ustedes lo que llegaron a decir de Urdaci?. Pues fijense en que se han convertido ustedes después de “intentar joder a Barbeta”.

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